Como bien se sabe, Zamora no se ganó en una hora, y (spoiler) tampoco se ve en un día, pero si tienes las horas contadas, aquí te dejamos un recorrido de lo más importante que ver en la capital con más iglesias románicas del mundo, donde también encontrarás herencia judía, modernista y, sobre todo, medieval. ¡Bienvenido a Zamora!
Comenzando tu emocionante viaje a Zamora, puedes optar por llegar en AVE, coche o incluso realizar una roadtrip desde cualquier punto de España. Al llegar, te espera una ciudad histórica con una riqueza cultural excepcional.
Comienza descendiendo hacia el río por La Marina y la calle Santa Clara, arteria comercial y de la vida social de la ciudad, pinceladas de Modernismo te acompañarán hasta que te topes con las primeras iglesias románicas, una de ellas, Santiago del Burgo, en la plaza de la Constitución. Entra e imagínate en plena Edad Media.
Continúa tu recorrido hacia la Plaza de Viriato, el corazón de la ciudad, donde encontrarás una estatua del legendario líder lusitano que plantó cara a Roma y maravillas arquitectónicas como el Parador de Turismo y Palacios de la época.
No muy lejos de allí, visita el Mirador del Troncoso, un lugar ideal para obtener una vista panorámica de Zamora. Desde este punto, podrás admirar la belleza de la ciudad con el majestuoso Duero a sus pies, un río que ha sido testigo de la historia de la región.
Continuando por la Calle del Troncoso, una pintoresca calle empedrada, estrecha y coqueta, te encontrarás con la Puerta del Obispo, una de las antiguas puertas de la muralla que rodea la ciudad. Esta muralla, que data del siglo XI, es uno de los tesoros históricos más valiosos de Zamora, y puedes recorrer algunos tramos para sentirte transportado en el tiempo.
Dirígete a la imponente Catedral de Zamora, un majestuoso edificio de estilo románico. Su construcción comenzó en el siglo XII y destaca por sus impresionantes torres y fachada, no te pierdas la puerta trasera, la del Obispo, es un regalo para los sentidos. Admira su interior, donde encontrarás tesoros artísticos y religiosos que datan de siglos atrás.
Siguiendo el curso natural de la ciudad, llegarás al Castillo de Zamora. Aunque en ruinas, este castillo aún conserva su encanto medieval y los jardines que lo rodean son una maravilla para un pequeño descanso.
Un lugar que no debes perderte son las Aceñas de Olivares, antiguos molinos hidráulicos situados a orillas del Duero. Este rincón es un remanso de paz que te conectará con el pasado agrícola e industrial de la ciudad.
Para sumergirte más en la historia y la cultura zamoranas, no te pierdas el Museo de Zamora, donde encontrarás una rica colección de arte y objetos que cuentan la historia de la ciudad y su evolución a lo largo de los siglos.
¡Extra Tip! Si buscas un lugar para disfrutar de las vistas más impresionantes, dirígete a la Playa de los Pelambres, a los pies del Duero. Desde aquí, podrás contemplar las murallas y la Catedral, creando una imagen inolvidable.
Después de un día lleno de emocionantes descubrimientos, te recomendamos descansar en La Casita de Requejo, un apartamento cómodo y espacioso que puede alojar hasta seis personas. Su ubicación, cerca de la universidad, te permitirá disfrutar de un ambiente tranquilo mientras estás a solo 20 minutos andando del centro comercial y a 30 minutos del centro histórico de Zamora.
Zamora es una ciudad que te sorprenderá con su patrimonio histórico, sus magníficas vistas y su encanto medieval. Aprovecha cada minuto de tu visita y disfruta de esta joya cultural a orillas del Duero y si tienes más días, hay mucho más para disfrutar. ¡No te arrepentirás!